viernes, 20 de marzo de 2015

Recorrido a través de los Chakras: Chakra de la Corona o Sahasrara


Sahasrara es lo supremo, es donde reside la conciencia superior. Los anteriores chakras están dentro de la psique, mientras Sahasrara actúa a través de la nada y a través del todo. Es el centro de la conciencia superior donde todas las prioridades se integran, yendo así más allá del siempre cambiante samsara. La apertura de este chakra es un estado de trascendencia y por consiguiente se puede llamar la  iluminación, que lleva al estado espiritual que trasciende las realidades mundanas en afinidad y eternidad, el estado de unicidad donde no existe la dualidad.

La función del chakra Sahasrara es liberar a la conciencia, al entregarnos a nuestra identidad universal, de su encierro en una identidad autocreada. Para ello es preciso que soltemos nuestros apegos. ¿Qué significa esto? El riesgo que cometemos al soltar nuestros apegos es que inmediatamente los reemplacemos por otros. Podemos estar apegados  a ser alguien y pasar muchos años intentando conseguirlo. De repente decidimos dejar todas nuestras posesiones materiales porque hemos tenido una revelación y marchamos a la India para meditar todo el tiempo sobre el volvernos “nadie”. Hemos reemplazado nuestra atadura de “ser alguien” por la de “ser nadie”. Ambas cosas exigen esfuerzo y reflejan ideas antagónicas de la realidad.

Soltar nuestros apegos no exige ningún esfuerzo, sino tan solo que nos relajemos en nuestra existencia actual y abandonemos nuestro control y deseo de un resultado determinado. Al sentirnos contentos con “lo que es” nos entregamos a la sabiduría del universo permitiendo que este sea nuestro maestro. La flor comienza su vida como semilla, en la que está contenido todo su potencial y se convierte en flor porque eso es lo que debe ser. Nuestra humana capacidad `para ser lo que no somos es lo que nos separa del resto de la Creación. Tenemos el poder de creer en lo que queremos, Podemos crear una existencia que cabe en la multitud de creencias que utilizamos para definirnos. Estas convicciones generalmente nos viene de fuera y cada una de ellas requiere esfuerzo y atención para poder mantenerlas; necesitan ser defendidas y justificadas. Sin embargo, dentro de cada uno de nosotros existe la semilla de un potencial no realizado. Se trata de nuestra chispa divina, nuestra identidad universal, que florece a través del entendimiento que se obtiene en el séptimo chakra. Nuestro potencial realizado es vivir en el mundo conociendo esa chispa divina y permitiendo que esa semilla florezca aquí en la tierra. Entonces existirá dentro de nosotros y estará presente en nuestro cuerpo, nuestros pensamientos y sentimientos.

Influencia del chakra de la corona  en el plano físico y emocional


El séptimo chakra, al igual que Ajna, también se relaciona con la glándula pineal, además de con el sistema nerviosos central y con los órganos que se encuentran localizados en el cráneo. Sólo las personas con una gran espiritualidad tienen este chakra lo suficientemente desarrollado, de modo que no se presentan problemas de desequilibrio energético. Puede tener una falta de energía, pero nunca un exceso.

Las personas que han logrado abrir este chakra y que, por lo tanto, lo tienen lleno de energía, sienten una paz inmensa. Para ellos, las dudas no existen; no se ven afectados por las emociones negativas ni son capaces de sentir odio, rencor, envidia. Su contacto con la divinidad les hace sentir tan dichosos que buscan hacer felices a los demás.  Aunque lo más importante para ellos es su relación con el universo y la divinidad, no por ellos se encierran en si mismos o rehúsan el contacto con este mundo: están en él y se dedican a las obras benéficas y a ocuparse de los más desfavorecidos ya que no hay para ellos más placer que ayudar a quienes sufren.

Deidades asociadas al chakra de la corona


Este chakra es conocido como la morada de Shiva; es allí donde se resuelven las divisiones entre Shiva y Shakti, y donde la diosa Dakini llega al final de su viaje después de haber despertado de su sueño en el chakra raíz. El señor Shiva cuyo nombre significa “bueno”, es el tercer personaje que conforma la triada de dioses hindúes, y es tanto el destructor como el regenerador de la vida.


Shakti es la homóloga femenina de la energía masculina que sustenta el mundo, y recibe muchos nombres, lo cual revela sus cualidades multidimensionales. Se le conoce principalmente como la Gran Diosa, Devi o Mahadevi, a pesar de que en su papel de consorte de Shiva es conocida como Parvati o Durga. En India es adorada por millones de personas diariamente, quizás todavía más que Shiva.

Fuentes:
Echenique, J.  El Libro de los Chakras. Libsa.
Ellis, R. Reiki y los Siete Chakras. Edaf.
Mercier, P. La Biblia de los Chakras. Gaia Ediciones.
Ratan, R., & Ratan, M.  Viaje a Través de los Chakras. Edaf.

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