martes, 12 de mayo de 2015

La Radiestesia y el Poder del Péndulo


Normalmente se define la radiestesia como la ciencia que permite percibir las radiaciones de la naturaleza mediante el empleo de medios físicos o por conductos humanos paranormales. El término “radiestesia” , fue acuñado en 1919 por el abate Bayard, profesor de la Universidad Católica de Lille, y por el célebre zahorí y abate Bouly, párroco de Hardelot, una aldea del Paso de Calais (Francia); unos diez años más tarde, Émile Christophe antepuso a la palabra radiestesia el prefijo tele para referirse a la radiestesia a distancia.

El Péndulo

El péndulo es, sin duda, el más útil y exacto de todos los instrumentos empleados en la radiestesia. Según Mertens, toda masa sujeta en el extremo de un bramante o una cadena constituye un péndulo. Un péndulo puede definirse como un cuerpo metálico, de madera, vidrio o cristal, aislante o no, sometido a la acción de la gravedad y móvil alrededor de un punto fijo.

El péndulo adecuado para usted es aquel que le resulte atractivo y cómodo de sostener y utilizar. Lo ideal es que el péndulo  tenga una forma redondeada preferiblemente terminando en punta en su extremo inferior. Existen péndulos de diversos materiales, como cristal, metal o madera, aportando cada uno diferentes ventajas.  También podemos conseguir péndulos que tiene un compartimiento hueco en su interior. Se les llama péndulo de muestra. La idea que subyace a su diseño es la de colocar una pequeña muestra de aquello que está usted buscando dentro del compartimiento antes de comenzar la exploración. Casi cualquier cosa puede servir como péndulo, pero conviene que tenga usted un instrumento especial que utilice sólo para radiestesia.

Cómo utilizar el péndulo


Normalmente, lo mejor es empezar a trabajar con el péndulo a solas. A menos que tenga amigos con objetivos e intereses similares a los suyos, la presencia de otras personas le puede distraer mucho al principio. Avanzará más rápido si trabaja a solas. Ya habrá tiempo de mostrar sus nuevas habilidades a los demás después de haber estado utilizando el péndulo durante varias semanas, cuando se sienta cómodo con él.

La mayoría de las personas prefiere sostener el péndulo con la misma mano con la que escribe. Practique con ambas manos, pero comience sus experimentos con la mano derecha si es diestro o con la mano izquierda si es zurdo.

Si está, sentado, descanse el codo sobre la mesa y sostenga el hilo o la cadena del péndulo entre el pulgar y el índice, ejerciendo la menor presión posible con los dedos. El codo debe ser la única parte de su cuerpo en contacto directo con la mesa. Asegúrese de que no toca la mesa inadvertidamente con el estómago o con la otra mano. La palma de la mano debe estar encarada hacia abajo, y el péndulo debe colgar a unos 30 cm de usted. Si está de pie, la mejor posición es mantener el codo en un ángulo de 90 grados, de modo que el antebrazo quede paralelo al suelo. Asegúrese que brazos y piernas no estén cruzados. Si usted se protege subconscientemente de esta manera, el péndulo no podrá trabajar como debería.

Requisitos para trabajar con el péndulo


En primer lugar, el trabajo con el péndulo dependerá de nuestro estado de ánimo y de nuestra situación interior. Si estamos muy nerviosos o muy implicados emocionalmente, las respuestas que recibamos del péndulo nos aportaran poco, y por la fuerza no se consigue nada. Por tanto, tenga en cuenta que, muy a menudo, el deseo es el padre del pensamiento y, en consecuencia, nuestros deseos, angustias y temores podrían falsear el resultado.


Cuando vayamos a realizar una sesión de preguntas con el péndulo es aconsejable que estemos relajados y que hayamos recorrido al menos la mitad del camino hacia la armonía con nosotros mismos. Lo ideal sería adoptar una aptitud lo más neutral posible respecto a los resultados de las preguntas. Aunque esto no signifique que debamos  ponernos a meditar o ensimismarnos durante horas cada vez que hagamos una pregunta. 

Fuentes:
Giessing, W. El Péndulo Técnicas Sencillas y Eficaces de Radiestesia. Ediciones Obelisco.
Müller, H. Entre en en el Mundo de la Radiestesia. De Vecchi.
Webster, R. La Magia del Péndulo para Principiantes. Ediciones Obelisco.