Éxito en exámenes finales
La tensión que
se vive al acercarse los exámenes finales es para algunos estudiantes un
momento más crítico que para otros, sin embargo, aquí os mostraremos cómo
canalizar la energía para conseguir más seguridad y así poder salir
victoriosos; Hablaremos acerca de un pequeño ritual y os obsequiaremos un
maravilloso mantra de conexión con nuestro Chakra ligado a la concentración.
Cuando
hablamos de exámenes nos referimos a cualquier evaluación que tenga la persona en
cualquier faceta de la vida (oposiciones, puestos de empleo…), ya sabe “una
cosa es aprobar y otra cosa es ir preparado para aprobar…”. Como en todos los
aspectos, es algo muy personal y subjetivo el desarrollo de cada persona en su
vida académica, ya que hay personas que no se sienten a gusto estudiando o que les
resulta muy complicado alcanzar la concentración requerida para sentirse
preparado y alcanzar el éxito en los exámenes.
Debemos
tener claro que inicialmente tenemos que hacer el esfuerzo de adecuar nuestra
mente y nuestro estado corporal al hábito del estudio, de esta forma será más
fácil prepararnos para la apertura del campo energético de nuestro sexto Chakra,
y también ser receptivos a las energías positivas que alberguen en este momento.
“…Para aprender a estudiar, hay que hacer varios ejercicios…”
El
sexto Chakra llamado “Anja” se ubica en el centro de nuestra frente (en el
entrecejo) y es el chakra de la concentración. Cuando se encuentra abierto o activado,
asimilas la información de forma más fluida (razonable) y rápida, nos
encontramos más susceptible a la intuición y la clarividencia, siendo nuestro
tercer ojo.
Por
otro lado y a pesar del transcurso de los tiempos, existen costumbres que no se
olvidan, especialmente si se ha creado una devoción establecida; generalmente
las personas se refugian y buscan apoyo en la religión que practican, así por
ejemplo en el catolicismo santos como San José de Cupertino (ayuda a la
concentración), Santa Gema Galgani (interceptora de favores) y San Judas Tadeo
(ayuda en recuperaciones o segundos intentos), han creado una estrecha relación
con los estudios, recibiendo plegarias de miles de personas para sus exámenes.
Como
mencionamos anteriormente estas son costumbres
“folclóricas” y así como han logrado mantenerse a lo largo del
tiempo, hay quienes las han desechado y se afianzan en otras energías, siendo
la más recurrente la energía de los amuletos (cualquier objeto con el que la
persona se sienta conectada e identificada). Constantemente reafirmamos la
teoría que define que los amuletos son materia que se convierte en instrumentos
cargados de energía y a medida que pasan los años, se vuelven una pieza
fundamental en la vida de las personas, donde cada una deposita en ellos toda
su fe y confianza personal e incluso cuando las cosas no andan bien, éste es su
refugio.
Éstos
no son una excepción en materia de “Exámenes finales” ya que existe una gran
variedad de amuletos que, sin necesidad de que la persona se afiance a él,
cumplen con los propósitos sl contar con propiedades naturales positivas para
ello; los minerales y cuarzos de color azul violáceo con formas concéntricas
como la pirámide en amatista o Lapislázuli, son los más apropiados en este
caso, así como los llamadores de ángeles que la persona debe llevar consigo muy
cerca del corazón, sin embargo ya hemos comentado en varias oportunidades que
somos seres cambiantes y variables, con lo cual, todo es subjetivo; por lo
tanto, el amuleto de preferencia para la persona puede ir o estar en cualquier
lugar que la persona desee y sienta conexión. Como el ser humano es tan
complejo y cambiante, capaz de reinventarse constantemente, hemos diseñado un
ritual llamado “Exito en los exámenes finales”, donde lo más importante al
realizarlo es encontrarnos receptivos a los cambios positivos, debemos ser
conscientes de ello para que sea eficiente.
Solo necesitas:
-
4 Hojas de laurel
-
Cinta verde
-
Piedra plana o concéntrica de color azul
violáceo
-
1 Vela dorada.
Debes,
en la víspera del examen, colocar las hojas de laurel (secas o frescas) entre tus
apuntes en forma de cruz, al día siguiente las coges y escribes tu nombre en
cada una de ellas; las hojas las vas a pegar debajo de tu ombligo sujetándolas
con un esparadrapo. Cuando estés en el examen coloca tu mano izquierda sobre el
ombligo y respira profundamente; es importante que el día del examen alguien
encienda por ti la vela dorada y que lleves la piedra cerca del corazón ya sea
mediante un colgante o en el bolsillo de la camisa.
Si
deseas conocer más, escucha nuestro segmento donde profundizamos cada uno de
los métodos antes mencionados.
Viktor Cortés