viernes, 13 de julio de 2012

Ojo de Horus



El ojo de Horus no es realmente su ojo. El verdadero lo perdió en una de sus batallas contra su tío Seth, quién antes había matado al padre de Horus, el dios Osiris. Este ojo fue un regalo de Thot, quien intervino para reestablecer su vista. Por suponer la visión plena a este ojo se le llama Udyat, es decir, el que está completo.

El don de Thot, además de recuperar la visión binocular, fueron los atributos mágico que el Udyat traía consigo. El primero de los prodigios que Horus realizó con su nuevo ojo fue devolver la vida a Osiris, su padre asesinado. De esta forma, a través de la lucha y del sacrificio de algo tan vital como un ojo, el Dios Horus pudo reestablecer el equilibrio del Cosmos.



Para la civilización egipcia este ojo representaba el equilibrio en la naturaleza, la ley que hace que el Cosmos no colapse. Representa el renacer, la justicia, la sanación. Todo lo que se "desajusta" puede ser "puesto a punto" por el Udyat. Es el fulcro de la balanza, la referencia para medir el bien y el mal. Tiene mucho que ver con la idea del Karma sólo que éste es una energía, una cualidad innata del Cosmos, mientras que el Udyat es el instrumento, el don a través del cual el Universo se ajusta. Sin el Udyat, se impone el caos y se pierde todo sentido.



Quizás precisamente por su cualidad de medida de todas las cosas, el signo gráfico del Ojo de Horus era un "mapa" , un diagrama para representar las fracciones más intuitivas (1/2, 1/4, 1/8, 1/16, 1/32, 1/64). Cada parte de este ojo era una porción de ganado, de cosecha o de, lo más frecuente, terreno cultivable. Una escritura de las fracciones, una forma de registrarlas, era vital para la economía egipcia y su matemética era dibujada a través del ojo de un dios, un arbitro que vigilaba que se repartieran los bienes con mesura y justicia.

Como amuleto, el Ojo de Horus posee muchas cualidades, casi todas relacionadas con la neutralización de lo negativo, el "enderezar". A través de los antiguos jeroglíficos podemos saber las cualidades que los antiguos concedían a este símbolo.

Pirámide de Unis

En la pirámide de Unis encontramos una inscripción que significa: "¡Su mal es expulsado! Se ha purificado con el Ojo de Horus", sabemos que a este amuleto se le atribuyen cualidades de limpieza.

En el capítulo 117 del libro de los muertos aparece: "El Ojo de Horus es tu protección, Osiris, Señor de los Occidentales, constituye una salvaguarda para ti: rechaza a todos tus enemigos, todos tus enemigos son apartados de ti." Así sabemos que es un amuleto protector.

Fragmento texto de los sarcófagos

Entre los encantamientos del texto de los sarcófagos, leemos: "Te traigo el Ojo de Horus, para que tu corazón pueda alegrarse ..." y "Yo soy el fiero Ojo de Horus, quien marchó terrible ...", con lo que también parecía tener cualidades para alimentar el coraje o el poder de su beneficiario.

La fuerza de este símbolo ha permanecido inalterada durante milenios, por la fuerza gráfica del ojo y por la fascinación que la cultura egipcia parece provocar en todos. Sus connotaciones hoy tienen más que ver con la eternidad, lo absoluto o la mirada de infinita sabiduría, quizás por contaminación con la cultura judeocristiana. Sin embargo, el significado original tiene más que ver con el reestablecimiento de la justa medida y la regeneración.



En estos tiempos de pérdidas vitales y de injusto saqueo, el Ojo de Horus, el don del Uydat, nos recuerda una de las ideas fundacionales de la humanidad.

Iván Grégore
Tarotista en Un Toque Místico

lunes, 9 de julio de 2012

Ojo de Dios

En realidad hay muchos ojos de dios, prácticamente uno por cada civilización.

En otras entradas comentaremos lo que significan y de dónde provienen los "ojos de Horus" o los "ojos que todo lo ven" pero hoy nos vamos a centrar en un amuleto llamado "ojo de Dios" propiamente, el cual, curiosamente, no tiene forma de ojo.




El ojo de Dios es el objeto religioso principal de la fascinante cultura Huichol, propia del norte y oeste de México. Representa los cinco puntos cardinales del Universo -norte, sur, este, oeste y centro- de los cuales el oriente se reivindica como la matriz principal, el lugar de donde proviene "el abuelo fuego". Cuando un niño hace, su padre debe elaborar uno y hacer lo mismo cada año hasta que su hijo cumpla los cinco.

Una interpretación estilizada moderna, en forma de octógono.

Actualmente convive el valor religioso con el valor comercial de estos mandalas al igual que pasa con otros símbolos y objetos de artesanía de la cultura Huichol, aparentemente sin conflicto entre ambos, adaptando los materiales y los procesos de producción a los nuevos tiempos.

La cosmogonía de la cultura Huichol se representa en  tapices, estatuillas de animales decorados con cuentas y todo tipo de objetos -¡hasta automóviles enteros!- donde aparecen símbolos recurrentes como los astros, el abuelo fuego, el árbol sagrado o los animales totémicos. Una de las coincidencias más curiosas se da en el árbol sagrado de los Huichol, origen de toda vida, forrado de Ojos de Dios como si de su follaje se tratara.

¿Dónde hemos visto antes este símbolo? En la cultura mediterránea, recordemos:

Árbol en Turquía

La insólita coincidencia entre dos culturas antiguas y distantes, impermeables entre sí, da qué pensar con respecto a la arbitrariedad de los símbolos espirituales. No estamos hablando de esquemas geométricos simples del sol sino de una metáfora elaborada acerca del origen del mundo. ¿Ojos pendiendo de un árbol sagrado? Pues recordemos, por si esto fuera poco, la mitología de los antecesores de IKEA, los rudos y geniales navegantes de los pueblos del norte de Europa. El árbol que sostiene el universo, el Yggdrasil.

El árbol, Yggdrasil, de la cosmogonía nórdica.

Podríamos hablar del árbol de la vida, metáfora central en la intrincada e intelectualizada cosmogonía judaica o del árbol del bien y del mal que aparece en el Génesis, origen del pecado pero ¡ojo!, también de la civilización y de la sabiduría prohibida por la que el hombre se asemeja a Dios. Podríamos seguir con los pueblos indígenas de Oceanía y de lejano oriente pero lo dejaremos aquí.

Quería mostrarles, por capricho, esta maravillosa obra de arte Huichol, la cual, si no fuera un procedimiento tradicional de un pueblo indígena mexicano, sería digna de ser exhibida y altísimamente valorada en la Tate Gallery.




Iván Grégore
Tarotista en Un Toque Místico

sábado, 30 de junio de 2012

Ojo Turco




Dicen que cuando los pueblos del norte invadieron Turquía, el ojo azul cristalino pasó a ser sinónimo de maldición, del enemigo al que no había que dejar pasar y después, el demonio al cual conjurar. Otros explican el ojo azul, tan raro en Turquía, porque este color simboliza el mar que en las culturas mediterráneas es lo que da prosperidad y vida. El azul sería sinónimo de fortuna aunque también existen ojos rojos con significados ligeramente diferentes.



Sea como fuere, lo cierto es que este amuleto es omnipresente en las cultura mediterráneas. En Turquía o Grecia está por doquier: en cada establecimiento, coche, casa o prendido de la ropa de los niños. Aunque solemos decir que nos protege del "mal de ojo", el término original es nazar. En Turquía todos creen, aunque no lo admitan, en la existencia del nazar. Es tan habitual protegerse de él en cualquier situación como darse crema protectora antes de tomar el sol.

El nazar lo podríamos definir como un tipo de envidia. Por ejemplo, cuando alguien consigue un buen puesto de trabajo y los amigos acuden a celebrarlo, entre risas y felicitaciones, pueden colarse malos pensamientos y sentimientos. "Le han enchufado", "nos va a restregar su sueldo"... no provienen de un odio visceral o de un rencor manifiesto. Son ráfagas de energía negativa, inconscientes en la mayoría de los casos, insidiosas y muy destructivas.




Es notorio el caso de los niños recién nacidos a los que siempre se les prodiga todo tipo de halagos y es motivo de orgullo para la madre. Es entre estas manifestaciones sociales de amor donde más daño puede hacer la envidia a los vulnerables bebés. Por eso se les pone unos imperdibles en la ropita donde se engancha un pequeño ojo truco.

En España la gente se suele asustar cuando pierde o se le agrieta uno de estos amuletos. En realidad, no es mala señal, al contrario. Esto quiere decir que el amuleto ha absorbido esa negatividad, el nazar, en vez de la persona que lo portaba. En tal caso, basta con sustituir este amuleto por otro.

Iván Grégore
Tarotista en Un Toque Místico

lunes, 25 de junio de 2012

El ojo como símbolo



Siempre se ha dicho que el ojo es la parte más expresiva del rostro. A través del ojo percibimos el mayor caudal de información acerca del mundo pero, en el ámbito mágico, también parece irradiar una misteriosa fuerza desde nuestro interior hacia fuera.

No hace falta recurrir a la literatura esotérica. Si por ejemplo nos fijamos en las tiras cómicas, la mirada a veces está representada por dos flechas que salen de los ojos hacia un objeto o una persona. La mirada es algo que SALE de nuestros ojos para posarse sobre algo, parece poder influirlo. Cuando un personaje de ficción posee poderes mentales, telequinesia, telepatía o hipnosis, la mirada parece un canal invisible a través del cual transcurre la energía. Son los ojos los que tienden el puente entre el espíritu y la realidad física.


Esto, que parece provenir de un pensamiento mágico ancestral, en cierto modo encuentra un relato en la ciencia. Según explica la teoría cuántica, la realidad no es mecánica en su estructura íntima, sino una nube de probabilidades. En otras palabras, las cosas no son blancas o negras, no están arriba y abajo, tan sólo hay estados más seguros que otros. Pero lo más rupturista es que la mirada del espectador, del investigador, influye en ese sistema fijando uno de los estados. Nunca podremos saber cómo es la realidad cuando no la miramos porque al mirarla, sólo por el hecho de mirarla, alteramos su estado.


El gato de Schorodinger es el ejemplo más famoso para explicar esta paradójica cualidad de la realidad. El gato está encerrado en una caja donde además hay una botella de cristal llena de veneno que puede ser rota o no, por un martillo que caerá o no sobre la botella dependiendo si un material radioactivo emite una partícula al mecanismo o no. Este gato cuántico no está ni vivo ni muerto. Sólo tiene determinadas probabilidades de estar vivo o muerto. Podemos mirar qué ha pasado pero si levantamos la tapa de la caja para mirar estamos alterando el sistema.




Por eso no es extraño que la religión y las artes espirituales de todo tiempo y lugar hayan tenido al "ojo" como uno de los actores principales que mueven toda energía. En sucesivos artículos, hablaremos un poco de algunos de los talismanes y símbolos más representativos.

Iván Grégore
Tarotista en Un Toque Místico

miércoles, 20 de junio de 2012

Dream Fairies




1. Elige el hada que represente el estado que necesites. 
2. Colócala en el marco y deja que ilumine tus noches pues brilla en la oscuridad.
3.  Deja que durante el sueño se grabe tu destino. 



Un ejemplo: Tami




Tami, el hada de escorpio, nos invita a bucear sin miedo por lo más recóndito de nuestra psicología y la de los demás. Tiene una curiosidad y una vitalidad salvajes: tiene hambre de nuevos estímulos y experiencias. Posee un misterioso encanto, derivado de su natural conocimiento de lo que los demás desean, temen y necesitan.


Si quieres aclarar el por qué de tus emociones con seguridad o conectar con tu instinto seductor, ésta es el hada que debes escoger como guía.



Esta herramienta, original, divertida y profunda a partes iguales, es obra de Bianca Luna y está soberbiamente ilustrada por Julia Jeffrey.

lunes, 18 de junio de 2012

Arcanum: el juego de tablero



La editorial italiana Lo Scarabeo, mundialmente conocida por sus cuidadas ediciones de barajas de tarot, se ha atrevido con el mundo de los juegos de mesa para adultos. Aunque sea su primera vez, o precisamente por ello, ha puesto verdadero esmero en este producto. Nace con vocación de cautivar tanto a los amantes del Tarot como a los expertos en juegos.

Este juego, llamado Arcanum, podría catalogarse como de estilo alemán o eurogame. Aunque usa los naipes del tarot no es un juego de cartas sino de tablero en sentido estricto. Los naipes funcionan como opciones estratégicas en el desarrollo sobre la mesa.

Los arcanos menores determinarán el prestigio de cuatro familias distintas -copas, oros, espadas y bastos-  en una ciudad medieval. La realeza, nobleza y artesanos deberán moverse de la manera más inteligente posible por lugares de la ciudad como la sala de baile, la tesorería o el puerto para que cada jugador consiga beneficios y sitúe en buen lugar a la familia – “casa”, en el juego- por la cual apostará en secreto. Además de obtener dichos beneficios será muy importante ocultar nuestra estrategia al resto de los jugadores.

Los arcanos mayores son el efecto mágico que añadirá picante al juego y un factor de estrategia extra que no dejará que se resuelva hasta el final. Hay que destacar que las acciones de cada arcano mayor guardan paralelismo en el universo del juego con el significado que para un tarotista tiene cada carta. El tema del juego no sólo sirve de excusa argumental sino que estructura su misma mecánica. Un prodigio de imaginación e ingenio.

Lo Scarabeo ha apostado sobre seguro. Los autores, Andrea Chiarvesio y Pierluca Zizzi, son bien conocidos en el mundo de los board games. Andrea publicó Kingsburg en 2007 y ahora se celebran torneos por todo el mundo. Pierluca Zizzi es autor de originales barajas de Tarot como Universal Transparent Tarot o Tarot of Ascension y ha publicado juegos de estrategia como Calígula.




Las preciosistas y sensuales ilustraciones, tanto del tablero como de la baraja Golden Dawn incluida en el juego, son obra del ilustrador Patrizio Evangelist. Sólo por tener esta baraja, Arcanum ya merece la pena. Pero si además el tarot se transforma en un mundo donde nos vemos inmersos en magia e intrigas de palacio de la mano de dos maestros de la estrategia… no me digas que no sientes curiosidad.




Puedes hacer tu reserva o preguntar en Un Toque Místico llamando al 91 521 95 37. Recuerda que estamos en Madrid, Calle General Ricardos 69. Si no puedes venir, podemos enviártelo allá donde estés :)



Iván Grégore
Tarotista en Un Toque Místico

sábado, 16 de junio de 2012

La carta invertida no tiene sentido


En el Tarot se ha establecido que las cartas no sólo deben barajarse sino además, revolverse, a fin de que podamos encontrar sus signficados invertidos. Si bien esto ha quedado como tradición, no formaba parte del juego del Tarot en sus inicio sino que ha sido una modificación reciente para aumentar sus posibilidades.

Hay cierta confusión en la forma en cómo se debe interpretar el arcano en su posición invertida. Por ello, particularmente, suelo eludir la posibilidad de la interpretación a la inversa ya que considero que el juego del Tarot, en un ejercicio de síntesis genial, abarca cualquier concepto imaginable en pocos arquetipos. Esos significados "extras" en realidad son redundantes ya que habrá otro arcano o combinación de varios que expresen ese matiz. En realidad, la misma carta contiene una cosa y su aparente inverso.

Apoyo esta idea con el hecho de que la norma para hacer la interpretación a la inversa no acaba de cuadrar, no es coherente ni justificada. Es decir, unas veces la inversión de la carta arroja el significado opuesto o el significado amortiguado como en el caso de las cartas que suelen ser positivas como El sol o El mago. En caso de cartas ambivalentes se suele adoptar el lado más oscuro de ese arquetipo como en el caso de El loco o El ermitaño. Al hablar de cartas habitualmente negativas, sin razón aparente, los significados se intensifican, como en en el caso de La Torre.

Según todos los autores leídos, los significados a la inversa tienden a amortiguar los aspectos positivos e intensificar los negativos. Es decir, el abanico de colores y tonos que expresa el Tarot se desequilibra hacia una forzada negatividad. 

Lo cierto es que una mirada profunda a los arcanos nos mostrará que cada arquetipo, más que un personaje plano, es todo un escenario donde confluyen aspectos positivos y negativos, que están llenos de recovecos y complejidades. Que no son una palabra, ni una frase, sino todo un relato mitológico en sí mismo.

Por ejemplo, si El Sumo Sacerdote invertido es un falso guía, una autoridad moral que nos confunde y nos esclaviza en vez de conectarnos con el absoluto... ¿no podemos ver reflejados esos matices en el abuso de poder de El Diablo o en la tiranía sobre los hombres de El Emperador? O mejor aún: ¿no podemos ver que cualquier buen consejo de un hombre sabio es, al mismo tiempo, cierto afán de dominar a los hombres ya que dependen de él?, ¿no advertimos que un guía al tiempo que nos muestra una vía nos ciega para explorar el resto de ellas o para aprender a explorar?, ¿que conectarnos con el absoluto, es, al tiempo, una rendición de nuestro propio yo?

El Tarot elude los razonamientos convencionales y la dualidad que nuestra mente analítica siempre vierte al juzgar la realidad. En el tarot no hay "bueno" y "malo", es un sistema para aprehender la realidad engranado con un equilibrio exquisito. Esa es una de las habilidades más valiosas que podemos obtener de su práctica. La lectura de cartas "a la inversa" sólo tiene sentido cuando hemos aplanado tanto el significado de los arquetipos que los hemos reducido a una etiqueta y un "Sí" o "NO".

viernes, 15 de junio de 2012

Cartas lentas y rápidas


Con frecuencia en una consulta se pregunta por el tiempo. Cuánto durará esta situación, cuando se resoverá un problema o para qué fecha esperar un acontecimiento importante.

Como podéis imaginar, el Tarot no es una agenda. No es sensato decir que algo ocurrirá el 17 de agosto, por ejemplo, pero sí encontramos en los arcanos del Tarot ciclos que empiezan y acaban, giros bruscos o el estancamiento de una situación que podemos preveer prolongada.

A continuación, a modo de referencia, os dejo cómo interpreto arcano por arcano la velocidad y el modo de los acontecimientos:

Loco: Disperso, de final inesperado.
Mago: Ágil, fluído.
Sacerdotisa: Muy lento, sin cambios.
Emperatriz: Sin prisas pero sin pausas.
Emperador: Conservador, pero seguro.
Sumo Sacerdote: Lento.
Enamorados: Lento por falta de decisión.
Carro: Muy rápido
Justicia: Aunque parezca demorarse, la conclusión será rápida.
Ermitaño: Muy lento.
Rueda de la Fortuna: Rápido pero imprevisible.
Fuerza: Gradual, superando obstáculos.
Colgado: Estancamiento, muy lento.
Muerte: Rápido y próximo.
Templanza: Moderado, de manera gradual.
Diablo: Rápido.
Torre: Muy rápido y drástico.
Luna: Lento, incluso se puede involucionar.
Sol: Ágil.
Juicio: No se hace esperar demasiado.
Mundo: Rápido, resolutivo.

Los tiempos concretos hay que deducirlos según el caso y la combinación de otras cartas. Los arcanos son considerados siempre en relación a todo lo demás.

Iván Grégore
Tarotista en Un Toque Místico