En el
Tarot se ha establecido que las cartas no sólo deben barajarse sino además,
revolverse, a fin de que podamos encontrar sus signficados invertidos. Si bien
esto ha quedado como tradición, no formaba parte del juego del Tarot en sus
inicio sino que ha sido una modificación reciente para aumentar sus
posibilidades.
Hay
cierta confusión en la forma en cómo se debe interpretar el arcano en su
posición invertida. Por ello, particularmente, suelo eludir la posibilidad de
la interpretación a la inversa ya que considero que el juego del Tarot, en un
ejercicio de síntesis genial, abarca cualquier concepto imaginable en pocos
arquetipos. Esos significados "extras" en realidad son redundantes ya
que habrá otro arcano o combinación de varios que expresen ese matiz. En
realidad, la misma carta contiene una cosa y su aparente inverso.
Apoyo
esta idea con el hecho de que la norma para hacer la interpretación a la
inversa no acaba de cuadrar, no es coherente ni justificada. Es decir, unas
veces la inversión de la carta arroja el significado opuesto o el significado
amortiguado como en el caso de las cartas que suelen ser positivas como El sol
o El mago. En caso de cartas ambivalentes se suele adoptar el lado más oscuro
de ese arquetipo como en el caso de El loco o El ermitaño. Al hablar de cartas
habitualmente negativas, sin razón aparente, los significados se intensifican,
como en en el caso de La Torre.
Según
todos los autores leídos, los significados a la inversa tienden a amortiguar
los aspectos positivos e intensificar los negativos. Es decir, el abanico de
colores y tonos que expresa el Tarot se desequilibra hacia una forzada
negatividad.
Lo
cierto es que una mirada profunda a los arcanos nos mostrará que cada
arquetipo, más que un personaje plano, es todo un escenario donde confluyen
aspectos positivos y negativos, que están llenos de recovecos y complejidades.
Que no son una palabra, ni una frase, sino todo un relato mitológico en sí
mismo.
Por
ejemplo, si El Sumo Sacerdote invertido es un falso guía, una autoridad moral
que nos confunde y nos esclaviza en vez de conectarnos con el absoluto... ¿no
podemos ver reflejados esos matices en el abuso de poder de El Diablo o en la
tiranía sobre los hombres de El Emperador? O mejor aún: ¿no podemos ver que
cualquier buen consejo de un hombre sabio es, al mismo tiempo, cierto afán de
dominar a los hombres ya que dependen de él?, ¿no advertimos que un guía al
tiempo que nos muestra una vía nos ciega para explorar el resto de ellas o para
aprender a explorar?, ¿que conectarnos con el absoluto, es, al tiempo, una
rendición de nuestro propio yo?
El
Tarot elude los razonamientos convencionales y la dualidad que nuestra mente
analítica siempre vierte al juzgar la realidad. En el tarot no hay
"bueno" y "malo", es un sistema para aprehender la realidad
engranado con un equilibrio exquisito. Esa es una de las habilidades más
valiosas que podemos obtener de su práctica. La lectura de cartas "a la
inversa" sólo tiene sentido cuando hemos aplanado tanto el significado de
los arquetipos que los hemos reducido a una etiqueta y un "Sí" o
"NO".
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