viernes, 30 de enero de 2015

La Astrología


La astrología es una ciencia y un arte al mismo tiempo. Es una representación simbólica de todos los elementos (religiosos, espirituales, emocionales y físicos, tanto visibles como invisibles) que existen en el universo y que, formando combinaciones siempre diferentes, dan cuenta de los seres humanos y de las fuerzas que los moldean y que actúan sobre ellos. Somos un microcosmos que manifiesta el macrocosmos, un antiguo concepto que la Biblia expresa afirmando que el Hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios. La interpretación astrológica se basa fundamentalmente en una intuición bien informada y en la familiaridad (que necesita práctica y tiempo) con los significados complejos y plurales de una simbología aparentemente sencilla. Interpretar un horóscopo es en parte una ciencia, en parte una disciplina intuitiva, y, en último análisis, es siempre una síntesis de ambas .De esta manera, una lectura astrológica reflejará la personalidad y la visión del astrólogo, de la misma manera que  el análisis de un psicólogo también resultará influenciado por las visiones personales de quien lo hace.
La astrología nos dice que somos individuos peculiares y únicos, pero al mismo tiempo nos revela que somos una manifestación directa de la totalidad cósmica, a la que estamos inexorablemente conectados. Nos recuerda que estamos atados inevitablemente a la rueda del karma, que venimos al mundo con unos talentos especiales con determinadas cargas y penas. A primera vista puede parecer que nuestras fortunas y nuestras personalidades están predeterminadas, que nuestros destinos están enteramente en manos de los Dioses. Sin embargo, el carácter de un hombre es lo que marca su destino.
La astrología está basada en el movimiento de los astros, es decir, es un tipo de medida del tiempo realizada con un “reloj de 10 agujas”, cada una se correspondería con el movimiento de un planeta y según este tardara más o menos en dar una vuelta alrededor del Sol, se encargaría de marcar los años, los siglos los milenios o las eras. La sincronicidad nos habla de la “casualidad” de que ciertos fenómenos ambientales o ciertos estados psíquicos queden registrados con otras señales en el firmamento por el simple hecho de coincidir en el mismo lapso de tiempo. Además, el que dicha “casualidad” se tienda a repetir con una cierta asiduidad da opción de hacer de ello una disciplina.
El tema natal o carta astral de un individuo es el mapa del firmamento congelado en el preciso instante del nacimiento. Tendremos un fondo con las doce constelaciones del zodíaco y a los diez planetas, ocho del sistema solar, excluida la tierra, más el sol y la luna, salpicados sobre dicho telón.
La carta natal puede servir de guía o como un camino que indica la clase de viaje que hará una persona a través de su vida. Este camino puede tener intersecciones, puede conducir a otros caminos alternativos, a rutas principales o caminos traicioneros, todo ello esta simbólicamente representado. La carta natal sugiere además las lecciones que deben ser aprendidas, decisiones que deben ser tomadas desafíos que deben ser encarados y problemas que deben ser resueltos. Sin embargo, es solo un mapa, y si una persona desea viajar con buen ánimo, gozando de la aventura o en cambio permanecer abatido y desanimado, esto es esencialmente de su propia elección.
Debe comprenderse que la carta calculada para el momento del nacimiento describe las potencialidades de una vida que es individual y que no representa un modelo estático, sino por el contrario, algo que es dinámico. Porque a través de cálculos adicionales, en esta carta natal pueden observarse las oportunidades que tendrán estas potencialidades para que se desarrollen, como por ejemplo los períodos de expansión, de frustración, de mala salud, de desgracias personales, de gozar de favor o apoyo, de suerte, etc. A esta parte de la astrología se le llama progresiones.

Fuentes:
Dumón, E. Manual de Astrología Moderna. Kier.
Sharp, D.  ABC de la Astrología: Gía para conocer los secretos de la astrología. Amat.
Trujillo, L.  ABC de la Astrología. Libsa.

miércoles, 28 de enero de 2015

El Trisquel


El trisquel o triple espiral, cuyo significado bien podría ser tres alas, es un símbolo formado por tres cuerpos unidos por sus extremos en un mismo eje. Aunque es bien conocido como símbolo celta, su origen se remonta al neolítico y aparece en el arte de otros muchos pueblos bien distribuidos por el mundo sin aparente relación entre ellas, desde las decoraciones numantinas de los celtíberos, pasando por el arte griego, romano o incluso por el japonés.
Es el símbolo supremo de los druidas, según la cultura celta, y ellos eran los únicos que podían portarlo, representa  el pasado, el presente y el futuro. También representa el equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu, el principio y el fin, la evolución y el crecimiento, el aprendizaje perpetuo y la eterna evolución. Era utilizado por su capacidad sanadora, para curar heridas y aliviar fiebres, y por tanto, como talismán.
En el trisquel, para los druidas, la primera espiral representa las sensaciones y los sentidos, los límites y las capacidades del cuerpo, la segunda espiral representa la conciencia y la razón, el camino de las ideas y el pensamiento, y la tercera espiral, llamada triskillan, representa el duro camino del alma, aprendiendo del mundo del espíritu y de los dioses.
A lo largo de la historia, se han encontrado numerosos trisqueles. Algunos aparecían en acuñaciones monetarias, por ejemplo, en la ciudad prerromana de Ilíberis (Granada), y otros grabados en la piedra, desgastando su capa superficial, estos se denominan petroglifos. Existen estos grabados en algunas zonas de España, por ejemplo, en Galicia, Cantabria, Asturias y el País Vasco. También se han encontrado trisqueles como símbolos prerromanos en Vizcaya y en varias zonas del País Vasco.
Un trisquel con tres piernas y no con espirales, es la forma griega del trisquel, llamada Triskelion (τρισκέλιον), aparece en el escudo de la Isla de Man, una isla británica, y en el de Sicilia, con una cara de medusa en el centro.
A tenor del papel de elementos equivalentes en diversas culturas, podemos deducir que los representados en el arte galaico tenía que ver con el orden del universo y su mantenimiento: Para los antiguos indios, por ejemplo, el trisquel es la representación del cosmos y algunas ciudades se construyeron imitando en su planta la forma de esta figura. Pero no se trata de hacer un paralelo formal entre el significado del  trisquel indio y el galaico, sino un paralelo estructural: en ambos casos, un elemento decorativo ubicuo posee un significado cultural de gran importancia.
El trisquel es uno de los símbolos más importantes  de la tradición mágica y esotérica occidental. Ha estado asociado siempre al concepto dinámico  de polaridad energética. Actúa como un potente remolino energético.  Desde hace siglos se ha utilizado como instrumento de captación y eliminación de la energía cósmica y telúrica, ha sido utilizado recientemente para el reequilibrio energético de las personas según los conocimientos de las medicinas orientales. Así se han desarrollado conjuntos de siete trisqueles, seis de dimensiones reducidas y uno de dimensiones mayores, que se aplican a los chakras del organismo, según las exigencias de cada chakra(obtener energía o dispersarla), los trisqueles se aplican con una de sus caras en contacto con el cuerpo del paciente. La comprobación directa de las exigencias específicas del organismo puede hacerse mediante la radiestesia o test quinesiológicos de resistencia muscular.
Otro uso muy importante es la positivación ambiental. En este caso se utilizan trisquel de grandes dimensiones, colocados en las paredes de los edificios.

El trisquel actúa como un simple gancho que se relaciona con el campo taquiónico (éter dinámico) creando un remolino con doble valencia, aspirante y energizante. Se activa con las ondas cerebrales del operador o con ciertos ritos heredados de la tradición. A causa de las grandes cantidades de energía sutil que están en movimiento, el uso de la figura del trisquel con fines reequilibradores (positivación ambiental, reequilibrio energético de los seres vivos) debe estar limitado a quienes conocen a fondo las características de este símbolo y sus peligros potenciales.

Fuentes:
González García, F. J. Los Pueblos de la Galicia céltica. Ediciones AKAL.
significados.com.  Obtenido de http://www.significados.com/trisquel/
tierraquebrada.com. Obtenido de http://www.tierraquebrada.com/2013/el-trisquel/
Tresoldi, R.  Enciclopedia del Esoterismo. De Vecchi.

viernes, 23 de enero de 2015

¿Quién es el Arcángel Miguel?


La palabra “ángel” proviene del griego “angelos”, este término significa mensajero. Son conocidos en  diferentes corrientes religiosas; como el Cristianismo, el Judaísmo, Hinduismo, el Islam, el Zoroastrismo y el Budismo tibetano. Son servidores de Dios, que existen para cumplir su voluntad. Juan de Damasco (Doctor de la Iglesia Católica) escribió “un ángel es una esencia inteligente, en movimiento perpetuo, con libre albedrío, incorpóreo, ministrando a Dios, habiendo obtenido por gracia una naturaleza inmortal: y sólo el Creador conoce la forma y limitación de su esencia”.

En el Cristianismo, los arcángeles son una categoría de ángeles. Constituyen uno de los nueve coros de la jerarquía angelical. Los arcángeles son los penúltimos, antes de los propios ángeles (tal y como lo indica el prefijo arc, que significa superior). La tarea de los arcángeles es cuidar los otros ángeles y ayudar a la humanidad. Existen para ayudarnos, y responderán a nuestro llamado cada vez que lo hagamos. También podemos pedirles que ayuden a otras personas.

Miguel es considerado el más grande de los ángeles en las tradiciones cristiana, judía e islámica. En las tres, se dedica a buscar un mundo mejor, siendo portador de paz y armonía. Es el único arcángel mencionado en los textos sagrados de estas tres religiones. Por lo general, es mostrado con una espada, pero a veces aparece sosteniendo una balanza de la justicia, o con una llama azul de protección. Estos símbolos describen las cualidades de Miguel, valor, fuerza, verdad, integridad y protección.

San Miguel Arcángel en el Islam

En el Corán San Miguel Arcángel es llamado Mījā’īl o Mijal (ميخائيل); ahí solo se le menciona una vez, en la azora 2:98. Y en la 11:72 se dice que era uno de los tres ángeles que visitaron a Ibrahim para anunciar el nacimiento de Isaac y Jacob.

En la tradición islámica, Miguel reside en el séptimo cielo y aparece siempre en segundo lugar después de Gabriel, ya que cuando Dios creaba a Adán, envió a Gabriel primero y luego a Miguel, para llevar la arcilla, de la que sería formado el hombre. En el Islam, se cree popularmente que hay una cantidad incontable de ángeles, del cual Miguel es el ángel asociado a la entrega de bendiciones; además de que los ángeles son nombrados por departamentos, del cual Miguel es el principal ángel de las bendiciones.

San Miguel en el Judaísmo

No hay referencias explícitas a los arcángeles en los textos canónicos de la Biblia hebrea. En el judaísmo post-bíblico, ciertos ángeles llegaron a tener un significado particular y desarrollaron personalidades únicas y funciones. Metatron es considerado uno de los más altos de los ángeles en Merkavah y el misticismo cabalista, y a menudo sirve como un escriba. Él es mencionado brevemente en el Talmud, y ocupa un lugar destacado en los textos místicos Merkavah. Michael, quien se desempeña como guerrero y defensor de Israel, es visto sobre todo con cariño. Gabriel es mencionado en el Libro de Daniel y brevemente en el Talmud, así como muchos textos místicos Merkavah. Las referencias más tempranas a arcángeles están en la literatura de los períodos intertestamentarios.

En la tradición Judía, Miguel es visto como el guardián de las llaves del cielo y el protector de Israel. En el Bahir, es considerado el ángel que tiene que ver con el amor o con el concepto de dar sin esperar recompensa. Después de su época de cautiverio, los hebreos llegaron a reconocer a Miguel, el espíritu del bien, como el protector de la nación hebrea. La veneración que el pueblo judío tiene por Miguel ayudó a que su influencia se expandiera junto con el crecimiento de la iglesia cristiana.

San Miguel en el Cristianismo

San Miguel es uno de los siete arcángeles y está entre los tres cuyos nombres aparecen en la Biblia. Los otros dos son Gabriel y Rafael. La Santa Iglesia da a San Miguel el más alto lugar entre los arcángeles y le llama "Príncipe de los espíritus celestiales", "jefe o cabeza de la milicia celestial". Ya desde el Antiguo Testamento aparece como el gran defensor del pueblo de Dios contra el demonio y su poderosa defensa continúa en el Nuevo Testamento.

Muy apropiadamente, es representado en el arte como el ángel guerrero, el conquistador de Lucifer, poniendo su talón sobre la cabeza del enemigo infernal, amenazándole con su espada, traspasándolo con su lanza, o presto para encadenarlo para siempre en el abismo del infierno.

La cristiandad desde la Iglesia primitiva venera a San Miguel como el ángel que derrotó a Satanás y sus seguidores y los echó del cielo con su espada de fuego. Es tradicionalmente reconocido como el guardián de los ejércitos cristianos contra los enemigos de la Iglesia y como protector de los cristianos contra los poderes diabólicos, especialmente a la hora de la muerte.

En Octubre 13, 1884, el Papa León XIII, experimento una visión horrible. Después de celebrar la Eucaristía, estaba consultando sobre ciertos temas con sus cardenales en la capilla privada del Vaticano cuando de pronto se detuvo al pie del altar y quedo sumido en una realidad que solo él veía. Su rostro tenía expresión de horror y de impacto. Se fue palideciendo. Algo muy duro había visto. De repente, se incorporó, levanto su mano como saludando y se fue a su estudio privado. Lo siguieron y le preguntaron: ¿Qué le sucede su Santidad? ¿Se siente mal?

El respondió: "¡Oh, que imágenes tan terribles se me han permitido ver y escuchar!", y se encerró en su oficina.

¿Qué vio León XIII?  "Vi demonios y oí sus crujidos, sus blasfemias, sus burlas. Oí la espeluznante voz de Satanás desafiando a Dios, diciendo que él podía destruir la Iglesia y llevar todo el mundo al infierno si se le daba suficiente tiempo y poder. Satanás pidió permiso a Dios de tener 100 años para poder influenciar al mundo como nunca antes había podido hacerlo." También León XIII pudo comprender que si el demonio no lograba cumplir su propósito en el tiempo permitido, sufriría una derrota humillante. Vio a San Miguel Arcángel aparecer y lanzar a Satanás con sus legiones en el abismo del infierno.

Después de media hora, llamo al Secretario para la Congregación de Ritos. Le entrego una hoja de papel y le ordeno que la enviara a todos los obispos del mundo indicando que bajo mandato tenía que ser recitada después de cada misa, la oración que ahí él había escrito.

Oración:
"San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.

Amén."


Fuentes:
Corazones.org. Obtenido de http://www.corazones.org/santos/miguel_arcangel.htm
Resvista digital de educación y tecnología educativa. Obtenido de http://campodocs.com/revista-digital-educacion-tecnologia-educativa/contenido-11779.html
San Miguel Arcángel. Obtenido de http://sanmiguelarcangel.net/2009/06/12/san-miguel-arcangel-en-el-islam/
Webster, R. Comunicándose con el Arcángel Miguel para la Orientación y Protección. Llewellyn.
Wikipedia.  Obtenido de http://es.wikipedia.org/wiki/Arc%C3%A1ngel