SAN PANCRACIO
Fue un ciudadano romano que se convirtió al cristianismo, a este se le hacen peticiones para poder conseguir empleo, tener estabilidad económica y suerte tanto en juegos de azar como en términos generales.
Murió a la edad de los 15 años, por declarar su fe a dios y por esto fue martirizado y torturado, al mismo tiempo gracias a este acto cometido se le atribuyen símbolos de fortaleza para mantener la firmeza en nuestra vida.
OFRENDAS
Ramilletes de perejil fresco con un vaso de agua en frente de su imagen.
Dejarle monedas o un trozo de pan enfrente de él.
Hacerle una novena.
Colocarle un lingote dorado, oro liquido, una herradura, una llave, pirita o cualquier objeto que represente abundancia.
Colocarle velas verdes y rojas.
Velón Consagrado a San Pancracio.
Papel pergamino.
Aceite de lluvia de oro y Aceite de Abre Caminos.
Polvos de Oro y Plata.
Limadura de 7 Metales.
Sal Verde.
COMO TENERLO
Este mártir al ser dador de fortaleza y estabilidad económica es recomendable tenerlo en el negocio y en la casa pero este hay que tenerlo apuntando hacia adentro de los mismos.
Al haber muerto tan joven se le recomienda pedir desde la inocencia y de corazón para que este vea y cumpla con rapidez.
Rezo A San Pancracio
Glorioso mártir de Jesucristo, amable protector mío, San Pancracio, ya que el Señor escucha tan favorablemente tus ruegos, ayudando espiritual y temporalmente a los que piden sus gracias por tu intercesión, atiende la petición que, con humilde confianza en la bondad de Dios y apoyado en tu poderoso valimiento, elevo al cielo en mi presente necesidad.
(Aquí hágase la petición que se desea conseguir del Santo)
Ya que tu grande amor a Dios te animó a ofrecer la vida en testimonio de la fe, obtén para mí este mismo amor y esta fortaleza en la práctica y en la confesión de la fe.
Para alcanzar tu continua protección sobre mí y sobre mi familia, te ofrezco ser fiel en el cumplimiento de la ley de Dios y en los deberes de mi estado, y procuraré agradarte con la frecuente recepción de los santos Sacramentos. Sirviendo a Dios y ayudado por ti, espero gozar de tu compañía en el cielo.
Amén.
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