Normalmente
se define la radiestesia como la ciencia que permite percibir las radiaciones
de la naturaleza mediante el empleo de medios físicos o por conductos humanos
paranormales. El término “radiestesia” , fue acuñado en 1919 por el abate Bayard,
profesor de la Universidad Católica de Lille, y por el célebre zahorí y abate
Bouly, párroco de Hardelot, una aldea del Paso de Calais (Francia); unos diez
años más tarde, Émile Christophe antepuso a la palabra radiestesia el prefijo
tele para referirse a la radiestesia a distancia.
El
Péndulo
El
péndulo es, sin duda, el más útil y exacto de todos los instrumentos empleados
en la radiestesia. Según Mertens, toda masa sujeta en el extremo de un bramante
o una cadena constituye un péndulo. Un péndulo puede definirse como un cuerpo
metálico, de madera, vidrio o cristal, aislante o no, sometido a la acción de
la gravedad y móvil alrededor de un punto fijo.
El
péndulo adecuado para usted es aquel que le resulte atractivo y cómodo de
sostener y utilizar. Lo ideal es que el péndulo
tenga una forma redondeada preferiblemente terminando en punta en su
extremo inferior. Existen péndulos de diversos materiales, como cristal, metal
o madera, aportando cada uno diferentes ventajas. También podemos conseguir péndulos que tiene
un compartimiento hueco en su interior. Se les llama péndulo de muestra. La
idea que subyace a su diseño es la de colocar una pequeña muestra de aquello
que está usted buscando dentro del compartimiento antes de comenzar la
exploración. Casi cualquier cosa puede servir como péndulo, pero conviene que
tenga usted un instrumento especial que utilice sólo para radiestesia.
Cómo
utilizar el péndulo
Normalmente,
lo mejor es empezar a trabajar con el péndulo a solas. A menos que tenga amigos
con objetivos e intereses similares a los suyos, la presencia de otras personas
le puede distraer mucho al principio. Avanzará más rápido si trabaja a solas.
Ya habrá tiempo de mostrar sus nuevas habilidades a los demás después de haber
estado utilizando el péndulo durante varias semanas, cuando se sienta cómodo
con él.
La
mayoría de las personas prefiere sostener el péndulo con la misma mano con la
que escribe. Practique con ambas manos, pero comience sus experimentos con la
mano derecha si es diestro o con la mano izquierda si es zurdo.
Si
está, sentado, descanse el codo sobre la mesa y sostenga el hilo o la cadena
del péndulo entre el pulgar y el índice, ejerciendo la menor presión posible
con los dedos. El codo debe ser la única parte de su cuerpo en contacto directo
con la mesa. Asegúrese de que no toca la mesa inadvertidamente con el estómago
o con la otra mano. La palma de la mano debe estar encarada hacia abajo, y el
péndulo debe colgar a unos 30 cm de usted. Si está de pie, la mejor posición es
mantener el codo en un ángulo de 90 grados, de modo que el antebrazo quede
paralelo al suelo. Asegúrese que brazos y piernas no estén cruzados. Si usted
se protege subconscientemente de esta manera, el péndulo no podrá trabajar como
debería.
Requisitos
para trabajar con el péndulo
En
primer lugar, el trabajo con el péndulo dependerá de nuestro estado de ánimo y
de nuestra situación interior. Si estamos muy nerviosos o muy implicados
emocionalmente, las respuestas que recibamos del péndulo nos aportaran poco, y
por la fuerza no se consigue nada. Por tanto, tenga en cuenta que, muy a menudo,
el deseo es el padre del pensamiento y, en consecuencia, nuestros deseos,
angustias y temores podrían falsear el resultado.
Cuando
vayamos a realizar una sesión de preguntas con el péndulo es aconsejable que
estemos relajados y que hayamos recorrido al menos la mitad del camino hacia la
armonía con nosotros mismos. Lo ideal sería adoptar una aptitud lo más neutral posible
respecto a los resultados de las preguntas. Aunque esto no signifique que
debamos ponernos a meditar o
ensimismarnos durante horas cada vez que hagamos una pregunta.
Fuentes:
Giessing,
W. El Péndulo Técnicas Sencillas y Eficaces de Radiestesia.
Ediciones Obelisco.
Müller, H. Entre en en el Mundo de la
Radiestesia. De Vecchi.
Webster, R. La Magia del Péndulo para
Principiantes. Ediciones Obelisco.