sábado, 28 de marzo de 2015

El Arcángel Uriel


El nombre Uriel significa "el fuego de Dios". Representa la fuerza todopoderosa del espíritu de la vida. Su atributo es una llama de fuego que representa su misión de despertar la conciencia de los seres humanos con el fuego de la verdad. Puede llevar un libro o pergamino. Este atributo representa su papel de observador divino. Lleva la cuenta de los sentimientos, pensamientos y actos de los seres humanos durante su recorrido por la vida.

Uriel quiere que disfrutemos una vida de prosperidad y abundancia. La prosperidad nos da la libertad de hacer elecciones en nuestra vida y realizar las cosas que deseamos. Prosperidad es más que dinero en el banco; es una sensación de abundancia y bienestar, e influye en todos los aspectos de la vida. Cuando usted vida su vida con una actitud de abundancia, sentirá que podrá hacer y lograr cualquier cosa. Si no tiene el nivel de abundancia que quiere, pídale ayuda a Uriel. Él estará dispuesto a ayudarlo a generar ideas que pueda utilizar para generar prosperidad y abundancia en su vida. Una de las principales tareas de Uriel es su responsabilidad por el planeta.

El Arcángel Uriel en el Judaísmo

Al igual que en la moderna angeología, Uriel consta entre los siete grandes arcángeles de acuerdo con la tradición del judaísmo  rabínico. Fue en vinculado a su origen en el judaísmo donde Uriel adquirió el significado de su nombre como “Llama de Dios” o “luz de Dios”: de allí que, en la tradición judía, el Arcángel Uriel haya sido nombrado como “quien trae luz a Israel”.A Uriel se le menciona en Testamento de Salomón y en el Apocalipsis de Esdras, donde instruye al profeta Esdras sobre la verdad, adquiriendo fundamentalmente a raíz de esa obra su carácter de arcángel vinculado a la verdad que simboliza la llama que, en ciertas imágenes, aparece portando.

En Esdras 2, Dios manda a Uriel para responder a una serie de cuestionamientos que el profeta Ezra tiene. Es allí cuando Uriel le dice que Dios le ha “permitido describir las señales sobre el bien y el mal en el mundo”; pero, aun así, será muy difícil que Esdras pueda comprender el asunto desde su limitada perspectiva humana. En 2Esdras 4:10-11,  Uriel le dice a Esdras algo cuya importancia teológica ha sido subvalorada, lo cual es así ya que las sabias palabras del arcángel muestran la incapacidad del hombre para comprender la naturaleza real de la pureza-incorruptibilidad y, por extensión, la impotencia del hombre para entender a cabalidad ciertas verdades morales y espirituales, haciendo así quedar como vano todo el orgullo de los teólogos moralistas que por siglos se han creído dueños de la verdad. Dice pues lo siguiente: ‹‹No puedes entender las cosas con las que has crecido, ¿cómo entonces puede tu mente comprender la forma del Altísimo? ¿Y cómo puede alguien que ya está agotado por el mundo corrupto entender la incorruptibilidad?››.  Permaneciendo en esa línea que tiende a remover nuestras concepciones prefabricadas, cuando Esdras pregunta sobre su vida personal (cuánto vivirá, por ejemplo),  Uriel simplemente responde: ‹‹En cuanto a los signos de que usted me pregunta, le puedo decir, en parte, pero no se me envió a decir nada con respecto a su vida, porque yo no lo sé›› (2 Esdras 4:52).

En el libro Leyendas de los judíos, Uriel fue quien dio un nuevo nombre a Jacob, quien  guió a Abraham sacándolo de la ciudad de Ur, y quien marcó las puertas (previamente pintadas con sangre de cordero) de las casas de los hebreos cuando estaban en Egipto y, entre las siete plagas, fue decretada la muerte de todos los hijos primogénitos de los egipcios. En el mismo texto también se dice que Uriel fue el ángel que se le presentó a José. En el misticismo judío medieval[3], Uriel fue visto como el ángel regente del domingo, el ángel patrono de la Poesía, el aniquilador de los ejércitos de Senaquerib, el ángel que luchó con Jacob en Peniel y uno de los Sephiroth sagrados[4]. Finalmente, fue en ese misticismo medieval donde se le atribuyó el rol del ángel que portaría las llaves de El Abismo en El Fin de Los Tiempos.

En todas las versiones del pasaje Enoc 20:2 se menciona a Uriel, mas solo en algunas se afirma que es el “ángel del mundo y del lugar de los muertos”,  y que “está sobre ellos” (los muertos), siendo nombrado en otras como “el ángel del trueno y del temor”[5]. Fue de allí que fue conocido como el “Ángel del Arrepentimiento”, rol a partir del cual la moderna angeología sincretista afirmó que Uriel podía ayudarnos a entender las leyes del karma. Finalmente, en el Libro de Enoc Uriel advierte a Noé del diluvio e intercede ante Dios por la Humanidad después de lo de  los ángeles caídos y sus hijos nacidos de la unión con mujeres mortales: los Nephilim.

El Arcángel Uriel y el Cristianismo

La Iglesia Católica solo da reconocimiento oficial a tres arcángeles puesto que solo tres se nombran en la Biblia: Miguel, Gabriel y Rafael. A Uriel, junto con los otros arcángeles, no los niegan pero tampoco los afirman en el sentido de que dentro de la doctrina oficial sean referidos como seres que indudablemente existen. En el cristianismo antiguo, el arcángel Uriel era venerado junto a Miguel, Gabriel y Rafael. Fue  el papa Zacarías quien, durante el Concilio de Roma del año 745, prohibió el nombre del arcángel Uriel e hizo que se destruyeran sus imágenes en todas las iglesias de Roma, borrando así su huella de la Casa de San Pedro. Sin embargo el sol de Uriel no se apagó del todo y el arcángel continuó presente en las mentes de algunos fieles, por lo que todavía se pueden encontrar imágenes suyas que datan del siglo 17 en iglesias de Sudamérica. La Iglesia Ortodoxa Oriental, distintamente a lo que hizo con Jofiel, Chamuel y Zadquiel, venera al arcángel Uriel y lo conmemora el 8 de noviembre. La Iglesia Anglicana lo incluye entre los arcángeles y además le da el status especial de ser un “Santo Patrono del Sacramento de la Confirmación”. La Iglesia Copta, que conservó la Biblia Septuaginta (que contiene el Libro de Enoc, apócrifo para el Catolicismo), siempre ha venerado al arcángel Uriel. Llama la atención que, de entre los arcángeles no aceptados por la Iglesia Católica, Uriel no se limita a las antiguas revelaciones sino que consta en los evangelios apócrifos de la Biblia, en los cuales salva a Juan el Bautista de sobrevivir a la masacre ordenada por Herodes, lo lleva junto con su madre a Egipto, y años después los reúne con la Sagrada Familia. Por último, en el apócrifo Apocalipsis de Pedro él vuelve a ser nombrado como “Ángel del Arrepentimiento”.



Oración


"Oh Dios que con inefable providencia te dignas enviar a tus Santos Ángeles para nuestra Guarda, accede a nuestros ruegos y haz que seamos siempre defendidos por su protección. Señor, que nos confías a tus Ángeles para que nos guarden en todos nuestros caminos, concede propicio que, por intercesión de tu glorioso Arcángel San Uriel, nos veamos libres de los peligros presentes y asegurados contra toda adversidad. Glorioso Arcángel San Uriel, flama divina, poderoso en fortaleza, imploro tu continua custodia para alcanzar la victoria sobre todo mal espiritual o temporal. Protector mío, concédeme la gracia que te solicito (se pide la gracia deseada) si es conveniente para el bien de mi alma, acompáñame y guía todos mis pasos hasta alcanzar la vida eterna. Amén."

Fuentes:
demonologia.net.  Obtenido de http://www.demonologia.net/el-arcangel-uriel/
arcangelrafael.com.ar.  Obtenido de http://www.arcangelrafael.com.ar/ouriel.html
Torres, T.  angelesymilagros.about.com. Obtenido de http://angelesymilagros.about.com/od/angeles-introduccion/a/el-arcangel-uriel-quien-es-que-significa.htm
Webster, R.  Comunicándose con el Arcángel Uriel . Lewellyn Español.

No hay comentarios:

Publicar un comentario