El nombre Uriel significa "el fuego
de Dios". Representa la fuerza todopoderosa del espíritu de la vida. Su
atributo es una llama de fuego que representa su misión de despertar la
conciencia de los seres humanos con el fuego de la verdad. Puede llevar
un libro o pergamino. Este atributo representa su papel de observador divino.
Lleva la cuenta de los sentimientos, pensamientos y actos de los seres humanos
durante su recorrido por la vida.
Uriel
quiere que disfrutemos una vida de prosperidad y abundancia. La prosperidad nos
da la libertad de hacer elecciones en nuestra vida y realizar las cosas que
deseamos. Prosperidad es más que dinero en el banco; es una sensación de abundancia
y bienestar, e influye en todos los aspectos de la vida. Cuando usted vida su
vida con una actitud de abundancia, sentirá que podrá hacer y lograr cualquier
cosa. Si no tiene el nivel de abundancia que quiere, pídale ayuda a Uriel. Él estará
dispuesto a ayudarlo a generar ideas que pueda utilizar para generar
prosperidad y abundancia en su vida. Una de las principales tareas de Uriel es
su responsabilidad por el planeta.
El
Arcángel Uriel en el Judaísmo
Al igual
que en la moderna angeología, Uriel consta entre los siete grandes arcángeles
de acuerdo con la tradición del judaísmo
rabínico. Fue en vinculado a su origen en el judaísmo donde Uriel
adquirió el significado de su nombre como “Llama de Dios” o “luz de Dios”: de
allí que, en la tradición judía, el Arcángel Uriel haya sido nombrado como
“quien trae luz a Israel”.A Uriel
se le menciona en Testamento de Salomón y en el Apocalipsis de Esdras, donde
instruye al profeta Esdras sobre la verdad, adquiriendo fundamentalmente a raíz
de esa obra su carácter de arcángel vinculado a la verdad que simboliza la
llama que, en ciertas imágenes, aparece portando.
En Esdras
2, Dios manda a Uriel para responder a una serie de cuestionamientos que el
profeta Ezra tiene. Es allí cuando Uriel le dice que Dios le ha “permitido
describir las señales sobre el bien y el mal en el mundo”; pero, aun así, será
muy difícil que Esdras pueda comprender el asunto desde su limitada perspectiva
humana. En 2Esdras 4:10-11, Uriel le dice
a Esdras algo cuya importancia teológica ha sido subvalorada, lo cual es así ya
que las sabias palabras del arcángel muestran la incapacidad del hombre para
comprender la naturaleza real de la pureza-incorruptibilidad y, por extensión,
la impotencia del hombre para entender a cabalidad ciertas verdades morales y
espirituales, haciendo así quedar como vano todo el orgullo de los teólogos
moralistas que por siglos se han creído dueños de la verdad. Dice pues lo
siguiente: ‹‹No puedes entender las cosas con las que has crecido, ¿cómo
entonces puede tu mente comprender la forma del Altísimo? ¿Y cómo puede alguien
que ya está agotado por el mundo corrupto entender la
incorruptibilidad?››. Permaneciendo en
esa línea que tiende a remover nuestras concepciones prefabricadas, cuando
Esdras pregunta sobre su vida personal (cuánto vivirá, por ejemplo), Uriel simplemente responde: ‹‹En cuanto a los
signos de que usted me pregunta, le puedo decir, en parte, pero no se me envió
a decir nada con respecto a su vida, porque yo no lo sé›› (2 Esdras 4:52).
En el
libro Leyendas de los judíos, Uriel fue quien dio un nuevo nombre a Jacob,
quien guió a Abraham sacándolo de la
ciudad de Ur, y quien marcó las puertas (previamente pintadas con sangre de
cordero) de las casas de los hebreos cuando estaban en Egipto y, entre las
siete plagas, fue decretada la muerte de todos los hijos primogénitos de los
egipcios. En el mismo texto también se dice que Uriel fue el ángel que se le
presentó a José. En el misticismo judío medieval[3], Uriel fue visto como el
ángel regente del domingo, el ángel patrono de la Poesía, el aniquilador de los
ejércitos de Senaquerib, el ángel que luchó con Jacob en Peniel y uno de los
Sephiroth sagrados[4]. Finalmente, fue en ese misticismo medieval donde se le
atribuyó el rol del ángel que portaría las llaves de El Abismo en El Fin de Los
Tiempos.
En todas
las versiones del pasaje Enoc 20:2 se menciona a Uriel, mas solo en algunas se
afirma que es el “ángel del mundo y del lugar de los muertos”, y que “está sobre ellos” (los muertos),
siendo nombrado en otras como “el ángel del trueno y del temor”[5]. Fue de allí
que fue conocido como el “Ángel del Arrepentimiento”, rol a partir del cual la
moderna angeología sincretista afirmó que Uriel podía ayudarnos a entender las
leyes del karma. Finalmente, en el Libro de Enoc Uriel advierte a Noé del
diluvio e intercede ante Dios por la Humanidad después de lo de los ángeles caídos y sus hijos nacidos de la
unión con mujeres mortales: los Nephilim.
El
Arcángel Uriel y el Cristianismo
La
Iglesia Católica solo da reconocimiento oficial a tres arcángeles puesto que
solo tres se nombran en la Biblia: Miguel, Gabriel y Rafael. A Uriel, junto con
los otros arcángeles, no los niegan pero tampoco los afirman en el sentido de
que dentro de la doctrina oficial sean referidos como seres que indudablemente
existen. En el cristianismo antiguo, el arcángel Uriel era venerado junto a Miguel,
Gabriel y Rafael. Fue el papa Zacarías
quien, durante el Concilio de Roma del año 745, prohibió el nombre del arcángel
Uriel e hizo que se destruyeran sus imágenes en todas las iglesias de Roma,
borrando así su huella de la Casa de San Pedro. Sin embargo el sol de Uriel no
se apagó del todo y el arcángel continuó presente en las mentes de algunos
fieles, por lo que todavía se pueden encontrar imágenes suyas que datan del
siglo 17 en iglesias de Sudamérica. La Iglesia Ortodoxa Oriental, distintamente
a lo que hizo con Jofiel, Chamuel y Zadquiel, venera al arcángel Uriel y lo
conmemora el 8 de noviembre. La Iglesia Anglicana lo incluye entre los
arcángeles y además le da el status especial de ser un “Santo Patrono del
Sacramento de la Confirmación”. La Iglesia Copta, que conservó la Biblia
Septuaginta (que contiene el Libro de Enoc, apócrifo para el Catolicismo),
siempre ha venerado al arcángel Uriel. Llama la atención que, de entre los
arcángeles no aceptados por la Iglesia Católica, Uriel no se limita a las
antiguas revelaciones sino que consta en los evangelios apócrifos de la Biblia,
en los cuales salva a Juan el Bautista de sobrevivir a la masacre ordenada por
Herodes, lo lleva junto con su madre a Egipto, y años después los reúne con la Sagrada
Familia. Por último, en el apócrifo Apocalipsis de Pedro él vuelve a ser
nombrado como “Ángel del Arrepentimiento”.
Oración
"Oh
Dios que con inefable providencia te dignas enviar a tus Santos Ángeles para
nuestra Guarda, accede a nuestros ruegos y haz que seamos siempre defendidos
por su protección. Señor, que nos confías a tus Ángeles para que nos guarden en
todos nuestros caminos, concede propicio que, por intercesión de tu glorioso
Arcángel San Uriel, nos veamos libres de los peligros presentes y asegurados
contra toda adversidad. Glorioso Arcángel San Uriel, flama divina, poderoso en
fortaleza, imploro tu continua custodia para alcanzar la victoria sobre todo
mal espiritual o temporal. Protector mío, concédeme la gracia que te solicito (se
pide la gracia deseada) si es conveniente para el bien de mi alma, acompáñame y
guía todos mis pasos hasta alcanzar la vida eterna. Amén."
Fuentes:
demonologia.net. Obtenido de
http://www.demonologia.net/el-arcangel-uriel/
arcangelrafael.com.ar. Obtenido de
http://www.arcangelrafael.com.ar/ouriel.html
Torres, T. angelesymilagros.about.com.
Obtenido de
http://angelesymilagros.about.com/od/angeles-introduccion/a/el-arcangel-uriel-quien-es-que-significa.htm
Webster, R. Comunicándose
con el Arcángel Uriel . Lewellyn Español.
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